Diferencias de género en el deporte: ¿algo físico o social?
La historia de la mujer en el mundo deportivo es un poco más corta que la de los hombres, pero eso no ha impedido que las deportistas femeninas destaquen igual o más que sus colegas masculinos.
Las discusiones sobre la igualdad de género están más presentes que nunca y para explicar parte de la dinámica social actual, es necesario revisar la historia y mirar el tema desde distintas perspectivas.
¿El deporte es sexista? Algunos podrían decir que sí; que tiene que ver exclusivamente con que las disciplinas deportivas dan menos oportunidades a las deportistas, sin embargo, también hay que considerar el aspecto fisiológico.
Como hoy se celebra el Día de la Igualdad de la Mujer, queremos hablar sobre el deporte y la igualdad de género. Es cierto, las mujeres llevan menos tiempo participando de deportes competitivos, simplemente porque hace algunas décadas no se les permitía hacerlo.
En relación a los campeonatos internacionales, el
mundo deportivo consideró la participación de las mujeres por primera
vez en los Juegos Olímpicos de París 1900, aunque fue recién en Ámsterdam 1928 que las deportistas femeninas tuvieron una representación real y visible.
© El Marcador
Tomando en cuenta estos antecedentes, es imposible no preguntarse qué hubiera pasado si las mujeres hubieran participado de igual a igual con los hombres desde un principio.
Como detalla Álvaro Quiroz, docente de Pedagogía en Educación Física y Técnico Deportivo Nivel Superior de la Universidad del Pacífico, la integración de la mujer en el ámbito deportivo ha sido lenta y difícil:
Es una realidad que cada día las mujeres adquieren más protagonismo en las grandes citas deportivas, pero aun así no alcanzan un reconocimiento real de su aporte al deporte mundial. La televisión y otros medios le dan baja cobertura a las pruebas femeninas.
Mirándolo desde esta perspectiva, podríamos decir que los medios de comunicación también pueden tener cierta responsabilidad en la inequidad de género en el deporte.
Alguien podría decir que los medios muestran lo que ocurre, lo noticioso, entonces, ¿los logros de las mujeres no son noticiosos?
Claro que lo son, sin embargo, como mencionábamos en párrafos
anteriores, la explicación que se da es que los récords tienen mucho que
ver con la capacidad física .
(cc) skeeze / Pixabay
Esta premisa puede aplicarse en deportes en que la diferencia física y anatómica se nota más, como el atletismo, sin embargo, Álvaro Quiroz explica que la masa muscular o la estructura ósea no es lo único importante:
Las mujeres, desde un punto de vista de control motor, son mucho más coordinadas que los hombres y aprenden y ejecutan los movimientos con mayor calidad que un hombre. El problema está en que el deporte requiere de cualidades que socialmente no se desarrollan en mujeres, como por ejemplo, la fuerza. En contraparte, las mujeres presentan una mayor flexibilidad que los varones.
La discriminación hacia las mujeres en el deporte puede ser un poco más sutil en la actualidad, sin embargo, todavía hay diferencias en disciplinas en que no es necesario aplicarlas. Hablando de las marcas, el especialista de la Universidad del Pacífico tiene una opinión clara:
¿Es necesario que una chica haga el mismo tiempo que Bolt? Creo que no. Florence Griffith Joyner ostenta un envidiable 10.49 segundos como récord mundial en los 100 planos, que muchos varones quisieran tener.
Es necesario mencionar que las diferencias de género también incluyen a los hombres. La gimnasia rítmica y el nado sincronizado
son deportes exclusivos para mujeres, aunque recientemente, se anunció
que los hombres también podrán competir en esa disciplina acuática.
Y aquí abajo, otro artículo
Hombres y mujeres en el deporte: diferencias que se acortan
Autor: Diego Hermosilla P.
Hombres y mujeres compiten separados en casi todos los deportes. Debe ser así, dicen los expertos, por las distintas capacidades físicas, lo que incluso determina sus entrenamientos. Pero los números indican que la brecha ya no es tan grande y que en disciplinas donde compiten juntos, las damas consiguen, incluso, triunfos olímpicos.
Los deportes en que hombres y mujeres
compiten de igual a igual son pocos. Excepciones que confirman que las
capacidades físicas de cada sexo influyen demasiado en el rendimiento
como para tener una sola serie competitiva.
“En términos generales, los hombres tienen una mayor capacidad y tonicidad muscular, eso hace que en muchos deportes de fuerza o contacto, tengan siempre mejores resultados”, explica el preparador físico Claudio Basualdo, jefe de Medicina del Deporte de la Clínica Las Condes.
Pero eso no quiere decir que se produzca en todos los casos. “Las mujeres son de especificidad técnica, tienen un componente de finura de ejercicios. Por ejemplo, les va bien en esquí o en deportes de motor. Y por eso hacen deportes como la viga en la gimnasia, porque tienen características como fijadores de la columna que las favorecen. A los hombres les sería imposible hacer esos ejercicios, son mas torpes”, comenta Basualto.
Leonardo Viana, jefe de la Unidad Técnica Metodológica del Plan Olímpico, explica que “las metodologías de entrenamiento son, en general, iguales para hombres y para mujeres. Sin embargo, pueden haber casos específicos donde se maneje de manera diferencial a la mujer, eso tiene que ver especialmente con los temas hormonales de las mujeres”.
El especialista colombiano agrega que “por otra parte, la sensibilidad sicológica también es distinta en algunos casos y por estas mismas características, generalmente la mujer tiene mayor tolerancia al dolor y predisposición a los trabajos de resistencia, aunque muchísima mayor sensibilidad en el manejo de la sesión de entrenamiento”.
Diferencias históricas
Los gráficos superiores comparan los rendimientos históricos de hombres y mujeres en algunas carreras y saltos de atletismo y pruebas de natación. Ambas disciplinas son de los pocos deportes mensurables donde, aunque tienen series separadas, mantienen las mismas condiciones de competencia.
Buena parte de ellos muestran que las diferencias entre sexos se han ido acortando, aunque en todos los registros masculinos son mejores. Incluso en elementos anexos al juego, como la precisión y potencia en el golf o la velocidad del saque en tenis, las cifras marcan la diferencia.
Otras competencias medibles son descartadas, pues en los lanzamientos los implementos son distintos (balas más pequeñas, por ejemplo); en el golf, lo son las distancias de salida; en el salto de esquí náutico, las rampa está a diferente altura; en el ciclismo de pista recorren diferentes distancias… diferencias que se repiten en casi todas las disciplinas.
Pocos ejemplos, pero hay
En varias series de la navegación a vela se comparte la cancha, aunque las premiaciones son separadas. En el Optimist la competencia es mixta y no es raro que mujeres ganen la clasificación general, aunque en este caso es importante aclarar que la categoría es para menores de 16 años.
Arantza Gumucio recuerda: “Yo gané dos nacionales en la categoría general de Optimist, ahí le ganaba a todos los hombres y además me ganaba el premio categoría femenina. Últimamente no ha habido mujeres que ganen la categoría general, no es común”.
“Hasta esa edad no hay ninguna diferencia física”, confirma Basualto, quien explica que casi cualquier disciplina que se realice hasta esa edad se puede hacer sin diferenciar el sexo de los niños.
Otro caso es el de la equitación, que disputan series unidas incluso en los Juegos Olímpicos.
En Londres 2012 el podio de adiestramiento lo llenaron mujeres y el mejor varón apenas remató quinto. Por equipos, los británicos que ganaron el oro eran un varón y dos damas. El único equipo finalista 100 por ciento masculino, el español, fue sexto. En salto arrasaron los varones.
Lo mismo en el ajedrez, que suma a hombres y mujeres en muchas competencias importantes. “Teóricamente, una mujer puede ser campeona del mundo, aunque son pocas en comparación con los hombres que practican ajedrez”, comenta Iván Morovic.
El GM chileno explica que hay diferencias abismantes en el nivel de juego. “Se debe a varias razones, la más entendible es que como en todos los deportes, el hombre tiene más energía para enfrentar partidas de cuatro horas, en torneos de 10 días, a lo que se suma el estrés”, explica Morovic, quien recuerda que el ajedrez es mucho más que solo mover un brazo.
Además, señala a la húngara Judit Polgar, la única mujer top 10 del ranking mundial y con triunfos sobre los mejores del mundo, como una excepción en la historia.
Integradas a otro mundo
Por otro lado, los deportes motorizados entregan a hombres y mujeres las mismas condiciones, pero la hegemonía masculina se mantiene, tal vez por la actitud. Así lo piensa Isis Carreño, la motociclista de velocidad que se considera “una pionera” para su género. “Ha sido súper difícil abrir el camino, ya que el motociclismo es algo machista, pero cada día hay más mujeres”, dice.
Eso sí, confiesa que “los hombres tienen más las características necesarias para manejar una moto de velocidad”.
El caso de Laia Sanz o Jutta Kleinschmidt, ganadora del Dakar 2001, son claros ejemplos de esta integración.
Muchos deportes han incluido a las mujeres, como el rodeo, donde hay colleras mixtas o de damas que pueden clasificar (y lo han hecho) al Champion de Rancagua.
Otras disciplinas han establecido series donde hombres hacen equipo con mujeres, como en el Lightning de velerismo o el poco popular tenis mixto.
Pero es un desconocido deporte europeo el único que, por reglamento, se disputa obligatoriamente por equipos de cuatro hombres y cuatro mujeres. Se llama korfbal y es bien similar al básquetbol, pero, claro, sin su popularidad.
Como sea, por estos días hay más mujeres que hombres clasificados por Chile para los Juegos Olímpicos de Río. Ahí, el triunfo es femenino.
“En términos generales, los hombres tienen una mayor capacidad y tonicidad muscular, eso hace que en muchos deportes de fuerza o contacto, tengan siempre mejores resultados”, explica el preparador físico Claudio Basualdo, jefe de Medicina del Deporte de la Clínica Las Condes.
Pero eso no quiere decir que se produzca en todos los casos. “Las mujeres son de especificidad técnica, tienen un componente de finura de ejercicios. Por ejemplo, les va bien en esquí o en deportes de motor. Y por eso hacen deportes como la viga en la gimnasia, porque tienen características como fijadores de la columna que las favorecen. A los hombres les sería imposible hacer esos ejercicios, son mas torpes”, comenta Basualto.
Leonardo Viana, jefe de la Unidad Técnica Metodológica del Plan Olímpico, explica que “las metodologías de entrenamiento son, en general, iguales para hombres y para mujeres. Sin embargo, pueden haber casos específicos donde se maneje de manera diferencial a la mujer, eso tiene que ver especialmente con los temas hormonales de las mujeres”.
El especialista colombiano agrega que “por otra parte, la sensibilidad sicológica también es distinta en algunos casos y por estas mismas características, generalmente la mujer tiene mayor tolerancia al dolor y predisposición a los trabajos de resistencia, aunque muchísima mayor sensibilidad en el manejo de la sesión de entrenamiento”.
Diferencias históricas
Los gráficos superiores comparan los rendimientos históricos de hombres y mujeres en algunas carreras y saltos de atletismo y pruebas de natación. Ambas disciplinas son de los pocos deportes mensurables donde, aunque tienen series separadas, mantienen las mismas condiciones de competencia.
Buena parte de ellos muestran que las diferencias entre sexos se han ido acortando, aunque en todos los registros masculinos son mejores. Incluso en elementos anexos al juego, como la precisión y potencia en el golf o la velocidad del saque en tenis, las cifras marcan la diferencia.
Otras competencias medibles son descartadas, pues en los lanzamientos los implementos son distintos (balas más pequeñas, por ejemplo); en el golf, lo son las distancias de salida; en el salto de esquí náutico, las rampa está a diferente altura; en el ciclismo de pista recorren diferentes distancias… diferencias que se repiten en casi todas las disciplinas.
Pocos ejemplos, pero hay
En varias series de la navegación a vela se comparte la cancha, aunque las premiaciones son separadas. En el Optimist la competencia es mixta y no es raro que mujeres ganen la clasificación general, aunque en este caso es importante aclarar que la categoría es para menores de 16 años.
Arantza Gumucio recuerda: “Yo gané dos nacionales en la categoría general de Optimist, ahí le ganaba a todos los hombres y además me ganaba el premio categoría femenina. Últimamente no ha habido mujeres que ganen la categoría general, no es común”.
“Hasta esa edad no hay ninguna diferencia física”, confirma Basualto, quien explica que casi cualquier disciplina que se realice hasta esa edad se puede hacer sin diferenciar el sexo de los niños.
Otro caso es el de la equitación, que disputan series unidas incluso en los Juegos Olímpicos.
En Londres 2012 el podio de adiestramiento lo llenaron mujeres y el mejor varón apenas remató quinto. Por equipos, los británicos que ganaron el oro eran un varón y dos damas. El único equipo finalista 100 por ciento masculino, el español, fue sexto. En salto arrasaron los varones.
Lo mismo en el ajedrez, que suma a hombres y mujeres en muchas competencias importantes. “Teóricamente, una mujer puede ser campeona del mundo, aunque son pocas en comparación con los hombres que practican ajedrez”, comenta Iván Morovic.
El GM chileno explica que hay diferencias abismantes en el nivel de juego. “Se debe a varias razones, la más entendible es que como en todos los deportes, el hombre tiene más energía para enfrentar partidas de cuatro horas, en torneos de 10 días, a lo que se suma el estrés”, explica Morovic, quien recuerda que el ajedrez es mucho más que solo mover un brazo.
Además, señala a la húngara Judit Polgar, la única mujer top 10 del ranking mundial y con triunfos sobre los mejores del mundo, como una excepción en la historia.
Integradas a otro mundo
Por otro lado, los deportes motorizados entregan a hombres y mujeres las mismas condiciones, pero la hegemonía masculina se mantiene, tal vez por la actitud. Así lo piensa Isis Carreño, la motociclista de velocidad que se considera “una pionera” para su género. “Ha sido súper difícil abrir el camino, ya que el motociclismo es algo machista, pero cada día hay más mujeres”, dice.
Eso sí, confiesa que “los hombres tienen más las características necesarias para manejar una moto de velocidad”.
El caso de Laia Sanz o Jutta Kleinschmidt, ganadora del Dakar 2001, son claros ejemplos de esta integración.
Muchos deportes han incluido a las mujeres, como el rodeo, donde hay colleras mixtas o de damas que pueden clasificar (y lo han hecho) al Champion de Rancagua.
Otras disciplinas han establecido series donde hombres hacen equipo con mujeres, como en el Lightning de velerismo o el poco popular tenis mixto.
Pero es un desconocido deporte europeo el único que, por reglamento, se disputa obligatoriamente por equipos de cuatro hombres y cuatro mujeres. Se llama korfbal y es bien similar al básquetbol, pero, claro, sin su popularidad.
Como sea, por estos días hay más mujeres que hombres clasificados por Chile para los Juegos Olímpicos de Río. Ahí, el triunfo es femenino.
Y un último artículo más
El fútbol ya no es sólo cosa de hombres
"Cada vez tenemos un papel más relevante, pero el fútbol sigue siendo machista", coinciden las encuestadas
El cambio de mentalidad en la sociedad tiene su reflejo en el deporte rey
DAVID MENAYO
08/03/12 - 11:17.
Domingo antes de almorzar, todo su equipo fue a jugar, pero no pudo jugar porque tenía que planchar...
¡Qué lejos ha quedado la canción del payaso Fofó. Poco a poco la
sociedad va evolucionando y el machismo de antaño ya no es tal. Fiel
reflejo es el fútbol, llamado deporte rey, donde las féminas tienen cada
día un papel más relevante. Un hipotético once inicial formado por
jugadoras, entrenadoras, presidentas, jefas de prensa, agentes de
futbolistas, abogadas, psicólogas, médicas, presidentas de peñas,
árbitras y periodistas, lucha en el Día Internacional de la Mujer porque
sean consideradas actrices principales en un escenario que aún les
sigue tratando de manera diferente.
Jugadoras
La Liga Nacional femenina fue creada por la RFEF la temporada 1988-89, una competición de nueve equipos que apenas tenía repercusión. 24 años después de su nacimiento, España cuenta con 24.906 fichas de féminas practicantes. "Hemos pasado de estar olvidadas en nuestros clubes a sentirnos parte activa y valoradas", comenta Lara Rabal, institución de un Espanyol en el que milita desde 1994. "El fútbol nos maltrata desde la base impidiendo a las niñas competir junto a los niños", señala Verónica Boquete, mejor futbolista española y top en el ámbito internacional. "No hacemos más que hablar de igualdad, pero realmente no la tenemos. Sueño con que un día no tengamos que reclamarla porque ya será una realidad. En otros países, ese concepto ya está asimilado no solo en la teoría, sino también en la práctica", añade la gallega, que ha vivido experiencias futbolísticas en España, Estados Unidos, Rusia y ahora en el Tyresö sueco.
Entrenadoras
Desde que en 1991 Pilar Vargas fuera la primera mujer en obtener el título nacional, las féminas han intentado sin mucho acierto hacerse un hueco en los banquillos. No lo han logrado ni en el fútbol masculino, donde no hay experiencias reseñables; ni en el femenino, donde los 18 equipos de Primera división y la selección tienen el puesto ocupado por hombres. Las seleccionadoras de países como Alemania, Suecia, Estados Unidos, Suiza, Inglaterra, ... contrastan con los 23 años que lleva Ignacio Quereda dirigiendo la absoluta femenina de la La Roja. "A las mujeres nos cuesta llegar porque no hay oportunidades. Hay que luchar porque una persona se siente en el banquillo independientemente del sexo. Ojalá llegue el día en que una mujer dirija un equipo masculino. ¡Me ofrezco a ser la primera!", exclama con humor Carmen López, seleccionadora sub 18 de la selección madrileña. "De todas las federaciones, la de fútbol es la más machista, la más obsoleta, a la que más le cuesta evolucionar y donde el papel de la mujer está peor visto. Nosotras tenemos que demostrar mucho más que los hombres para hacer el mismo trabajo", comenta Karmele Tórez, en su día preparadora del Villaverde.
Presidentas
En 1980, María Ignacia Hoppichler se convirtió en Lorca en la primera presidenta de un club de fútbol profesional. Después llegarían otras como María Teresa Rivero en el Rayo Vallecano o Susana Duque en el Recreativo de Huelva. Hoy en día hay que remontarse a la Segunda División B para ver a una fémina presidir el palco. "Cuesta mucho ser mujer en el fútbol, pero el trabajo se facilita cada vez más porque cada vez ocupamos cargos de más relevancia", señala Isabel Tarragó, presidenta del Llagostera, que vive su cuarta temporada al frente del cuadro catalán. Once lleva Lola Romero dirigiendo al Atlético de Madrid féminas. "El fútbol siempre ha estado destinado a los hombres, pero estamos haciéndonos nuestro hueco. Yo no proyecto igualdad porque todos somos distintos, pero sí una tolerancia hasta hoy cuestionable. Las mujeres también sabemos dirigir, entrenar, jugar, ... sólo hace falta que nos dejen demostrarlo", apunta la rojiblanca, que demanda más apoyo por parte de patrocinadores y medios de comunicación.
Jefas de prensa
Dicen que las mujeres tienen mano derecha para tratar temas delicados como lidiar a la par con jugadores, prensa y club. Botón de muestra es la selección española, donde Paloma Antoranz lleva ejerciendo de Jefa de Prensa desde 2005. "Nunca he tenido más problemas que las meras anécdotas de ser la única mujer en una reunión de la FIFA o verte vetada por países como Irán, cuyo ejercicio con la mujer es muy diferente respecto al hombre. En España vamos acorde a la evolución de la sociedad. Tenemos una perspectiva distinta para lo bueno y lo malo, cosas veredes como no entrar -por norma general- en el vestuario o saber que un jugador no te va a echar la bronca por el hecho de ser mujer", añade.
Agentes de futbolistas
Aunque suelen estar a la sombra, cada vez es más habitual advertir a féminas llevando los contratos de muchos futbolistas. Margarita Pilar Garay, directora general de Bahía Sport, fue la primera española en conseguir la licencia de Agente FIFA y ha llevado los fichajes de Fernando Torres por el Liverpool y Chelsea. "Es una profesión difícil porque no es sólo tener la licencia, sino también contactos y dinero que invertir", asegura Nuria Bermúdez. "Puede que a los jugadores les cueste más confiar en una mujer, ya que es algo nuevo y pueden existir prejuicios contra nosotras, pero el respeto se termina consiguiendo con el trabajo y el esfuerzo", matiza Arancha Carvajal.
Abogadas
En materia legal, Carmen María Domínguez fue la primera mujer que se dejó ver como abogada especializada en temas jurídicos en el Oviedo de comienzo de los 90'. Luego han sido muchas letradas la que, especializadas en materia deportiva, han sido protagonistas en el deporte rey. "En mi sector se tiene más en cuenta otros factores que el sexo que tienes", puntualiza Melanie Schärer, abogada FIFA que lleva el proceso de reorganización institucional, legal y financiera del Racing de Santander. "Ya hay mujeres trabajando en solitario en los diferentes ámbitos del fútbol, pero necesitamos organizarnos con la finalidad de llegar a ocupar cargos de relevancia y lograr una representación igualitaria de hombres y mujeres tanto en el fútbol masculino como en el femenino", añade.
Psicólogas
La exigencia de la competición de elite ha ido incorporando al deporte la figura del psicólogo deportivo. En el fútbol, Roxana Llames en el Sporting de Gijón y Marisa Sanjuán, Edurne González y María Ruiz en el Athletic de Bilbao abrieron una puerta por la que también ha pasado Patricia Ramírez, que vive su segunda temporada en el Betis. "El fútbol tiene su selección natural. Una mujer no puede pretender romper la dinámica de este deporte y sentirse humillada con determinados comentarios o bromas que una soporta en su día a día por parte de su círculo más cercano. Mi figura quizá tiene menos problemas de adaptación al estar asociada tanto a hombres como a mujeres", dice.
Médicas
María Gracia fue pionera en 1991 al convertirse en la primera jefa de los servicios médicos de un club como el Villarreal. Aún es rara avis ver a una mujer vestida de bata blanca, pero el buen hacer de médicas como Ana de la Torre, que lleva seis años en el Getafe, ayudan a creer en la evolución. "El fútbol era tabú para las mujeres y aún es una barrera a superar. Al principio los jugadores están a la defensiva, pero luego te acaban viendo como una profesional y no una mujer. Llama más la atención a compañeros en otros clubes, pero será algo que irá cambiando con el paso del tiempo", apunta.
Árbitras
La figura del árbitro es quizá la más polémica en el mundo del fútbol, sintonía que se repite al hablar de hombres o mujeres. Desde que Rosa Bonet abriera la veda en 1980, las féminas se han dejado notar silbato en boca. "Los insultos se hacen a la figura del árbitro independientemente de si es hombre o mujer. Lo que pasa es que intentan hacerte daño donde duele. El capítulo más oscuro que he vivido fue en 2004, en mi debut en Segunda División como asistente, cuando el jugador del Tenerife Daniel Fagiani tras perder en Valladolid afirmó: 'Hemos perdido porque había una mujer", comenta María Luisa Villa, federada desde 1997 y con dos Mundiales, una Eurocopa, dos Juegos Olímpicos y más de 150 internacionalidades a sus espaldas. "Antes las niñas sólo podían jugar en el colegio al baloncesto o al balonmano; ahora, gracias a Dios, vamos viendo normal que se diviertan con el fútbol", añade.
Periodistas
La mujer gana terreno poco a poco en el periodismo deportivo, si bien aún su porcentaje en las redacciones no es comparable al de sus homólogos masculinos. "Yo crecí admirando a mitos como María Escario y Olga Viza y ahora somos cada vez más", confiesa Susana Guasch, compañera de LaSexta. "El fútbol sigue siendo machista porque hay hombres que no entienden que se lo pueda contar una mujer. Creo que a pie de campo los futbolistas te respetan más por ser fémina y evitas algún que otro empujón...", añade. "Me quedo con la evolución de la sociedad y el papel de la mujer en el fútbol", finiquita.
Jugadoras
La Liga Nacional femenina fue creada por la RFEF la temporada 1988-89, una competición de nueve equipos que apenas tenía repercusión. 24 años después de su nacimiento, España cuenta con 24.906 fichas de féminas practicantes. "Hemos pasado de estar olvidadas en nuestros clubes a sentirnos parte activa y valoradas", comenta Lara Rabal, institución de un Espanyol en el que milita desde 1994. "El fútbol nos maltrata desde la base impidiendo a las niñas competir junto a los niños", señala Verónica Boquete, mejor futbolista española y top en el ámbito internacional. "No hacemos más que hablar de igualdad, pero realmente no la tenemos. Sueño con que un día no tengamos que reclamarla porque ya será una realidad. En otros países, ese concepto ya está asimilado no solo en la teoría, sino también en la práctica", añade la gallega, que ha vivido experiencias futbolísticas en España, Estados Unidos, Rusia y ahora en el Tyresö sueco.
Entrenadoras
Desde que en 1991 Pilar Vargas fuera la primera mujer en obtener el título nacional, las féminas han intentado sin mucho acierto hacerse un hueco en los banquillos. No lo han logrado ni en el fútbol masculino, donde no hay experiencias reseñables; ni en el femenino, donde los 18 equipos de Primera división y la selección tienen el puesto ocupado por hombres. Las seleccionadoras de países como Alemania, Suecia, Estados Unidos, Suiza, Inglaterra, ... contrastan con los 23 años que lleva Ignacio Quereda dirigiendo la absoluta femenina de la La Roja. "A las mujeres nos cuesta llegar porque no hay oportunidades. Hay que luchar porque una persona se siente en el banquillo independientemente del sexo. Ojalá llegue el día en que una mujer dirija un equipo masculino. ¡Me ofrezco a ser la primera!", exclama con humor Carmen López, seleccionadora sub 18 de la selección madrileña. "De todas las federaciones, la de fútbol es la más machista, la más obsoleta, a la que más le cuesta evolucionar y donde el papel de la mujer está peor visto. Nosotras tenemos que demostrar mucho más que los hombres para hacer el mismo trabajo", comenta Karmele Tórez, en su día preparadora del Villaverde.
Lola Romero, presidenta del Atlético féminas.
Firma: Atlético de Madrid
Firma: Atlético de Madrid
En 1980, María Ignacia Hoppichler se convirtió en Lorca en la primera presidenta de un club de fútbol profesional. Después llegarían otras como María Teresa Rivero en el Rayo Vallecano o Susana Duque en el Recreativo de Huelva. Hoy en día hay que remontarse a la Segunda División B para ver a una fémina presidir el palco. "Cuesta mucho ser mujer en el fútbol, pero el trabajo se facilita cada vez más porque cada vez ocupamos cargos de más relevancia", señala Isabel Tarragó, presidenta del Llagostera, que vive su cuarta temporada al frente del cuadro catalán. Once lleva Lola Romero dirigiendo al Atlético de Madrid féminas. "El fútbol siempre ha estado destinado a los hombres, pero estamos haciéndonos nuestro hueco. Yo no proyecto igualdad porque todos somos distintos, pero sí una tolerancia hasta hoy cuestionable. Las mujeres también sabemos dirigir, entrenar, jugar, ... sólo hace falta que nos dejen demostrarlo", apunta la rojiblanca, que demanda más apoyo por parte de patrocinadores y medios de comunicación.
Jefas de prensa
Dicen que las mujeres tienen mano derecha para tratar temas delicados como lidiar a la par con jugadores, prensa y club. Botón de muestra es la selección española, donde Paloma Antoranz lleva ejerciendo de Jefa de Prensa desde 2005. "Nunca he tenido más problemas que las meras anécdotas de ser la única mujer en una reunión de la FIFA o verte vetada por países como Irán, cuyo ejercicio con la mujer es muy diferente respecto al hombre. En España vamos acorde a la evolución de la sociedad. Tenemos una perspectiva distinta para lo bueno y lo malo, cosas veredes como no entrar -por norma general- en el vestuario o saber que un jugador no te va a echar la bronca por el hecho de ser mujer", añade.
Agentes de futbolistas
Aunque suelen estar a la sombra, cada vez es más habitual advertir a féminas llevando los contratos de muchos futbolistas. Margarita Pilar Garay, directora general de Bahía Sport, fue la primera española en conseguir la licencia de Agente FIFA y ha llevado los fichajes de Fernando Torres por el Liverpool y Chelsea. "Es una profesión difícil porque no es sólo tener la licencia, sino también contactos y dinero que invertir", asegura Nuria Bermúdez. "Puede que a los jugadores les cueste más confiar en una mujer, ya que es algo nuevo y pueden existir prejuicios contra nosotras, pero el respeto se termina consiguiendo con el trabajo y el esfuerzo", matiza Arancha Carvajal.
Melanie Schärer, abogada FIFA.
En materia legal, Carmen María Domínguez fue la primera mujer que se dejó ver como abogada especializada en temas jurídicos en el Oviedo de comienzo de los 90'. Luego han sido muchas letradas la que, especializadas en materia deportiva, han sido protagonistas en el deporte rey. "En mi sector se tiene más en cuenta otros factores que el sexo que tienes", puntualiza Melanie Schärer, abogada FIFA que lleva el proceso de reorganización institucional, legal y financiera del Racing de Santander. "Ya hay mujeres trabajando en solitario en los diferentes ámbitos del fútbol, pero necesitamos organizarnos con la finalidad de llegar a ocupar cargos de relevancia y lograr una representación igualitaria de hombres y mujeres tanto en el fútbol masculino como en el femenino", añade.
Psicólogas
La exigencia de la competición de elite ha ido incorporando al deporte la figura del psicólogo deportivo. En el fútbol, Roxana Llames en el Sporting de Gijón y Marisa Sanjuán, Edurne González y María Ruiz en el Athletic de Bilbao abrieron una puerta por la que también ha pasado Patricia Ramírez, que vive su segunda temporada en el Betis. "El fútbol tiene su selección natural. Una mujer no puede pretender romper la dinámica de este deporte y sentirse humillada con determinados comentarios o bromas que una soporta en su día a día por parte de su círculo más cercano. Mi figura quizá tiene menos problemas de adaptación al estar asociada tanto a hombres como a mujeres", dice.
Médicas
María Gracia fue pionera en 1991 al convertirse en la primera jefa de los servicios médicos de un club como el Villarreal. Aún es rara avis ver a una mujer vestida de bata blanca, pero el buen hacer de médicas como Ana de la Torre, que lleva seis años en el Getafe, ayudan a creer en la evolución. "El fútbol era tabú para las mujeres y aún es una barrera a superar. Al principio los jugadores están a la defensiva, pero luego te acaban viendo como una profesional y no una mujer. Llama más la atención a compañeros en otros clubes, pero será algo que irá cambiando con el paso del tiempo", apunta.
Susana Guasch, periodista de LaSexta.
La figura del árbitro es quizá la más polémica en el mundo del fútbol, sintonía que se repite al hablar de hombres o mujeres. Desde que Rosa Bonet abriera la veda en 1980, las féminas se han dejado notar silbato en boca. "Los insultos se hacen a la figura del árbitro independientemente de si es hombre o mujer. Lo que pasa es que intentan hacerte daño donde duele. El capítulo más oscuro que he vivido fue en 2004, en mi debut en Segunda División como asistente, cuando el jugador del Tenerife Daniel Fagiani tras perder en Valladolid afirmó: 'Hemos perdido porque había una mujer", comenta María Luisa Villa, federada desde 1997 y con dos Mundiales, una Eurocopa, dos Juegos Olímpicos y más de 150 internacionalidades a sus espaldas. "Antes las niñas sólo podían jugar en el colegio al baloncesto o al balonmano; ahora, gracias a Dios, vamos viendo normal que se diviertan con el fútbol", añade.
Periodistas
La mujer gana terreno poco a poco en el periodismo deportivo, si bien aún su porcentaje en las redacciones no es comparable al de sus homólogos masculinos. "Yo crecí admirando a mitos como María Escario y Olga Viza y ahora somos cada vez más", confiesa Susana Guasch, compañera de LaSexta. "El fútbol sigue siendo machista porque hay hombres que no entienden que se lo pueda contar una mujer. Creo que a pie de campo los futbolistas te respetan más por ser fémina y evitas algún que otro empujón...", añade. "Me quedo con la evolución de la sociedad y el papel de la mujer en el fútbol", finiquita.
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